En Reforma me encuentro un artículo que relata el discurso que la politóloga Denise Dresser da ante el foro México ante la Crisis: ¿Qué hacer para crecer? en frente de diputados y senadores. Acaba con ellos, acusandolos de servir solo a grandes intereses de empresarios y no gobernar para los ciudadanos (ver artículo de Reforma abajo). Al final, en una “standing ovation” se deja ver que todos reconocemos que ese es uno de los grandes problemas de nuestro país. Tristemente aplaudimos con fuerza, como un tipo de protesta moderada, reconociendo que eso es lo primero que tenemos que empezar por cambiar. Sin ese cambio nada pasará.
Desde el atril -donde lamentó ser la única mujer invitada-, frente a los coordinadores parlamentarios del Senado y la Cámara de Diputados, insistió en cuestionarlos si realmente son ellos los que gobiernan o una red de “poderosos” que opera con base en favores y concesiones.
“La concentración de la riqueza en esos jugadores dominantes en qué se traduce: en ventajas injustas, en captura regulatoria, en políticas públicas que favorecen intereses particulares.
“Pero peor aún, convierte a los representantes del interés público, a muchos de los diputados y senadores sentados aquí en empleados de los intereses atrincherados”, dijo, provocando un aplauso de los presentes en el foro.
Aseguró que esta actitud por parte del Gobierno lo ha convertido en empleado de los empresarios y por eso se debe preguntar quién realmente gobierna el País.
“Convierte al Gobierno en empleado de las personas más poderosas del País y lleva a las siguientes preguntas. ¿Quién gobierna en México? El Senado de la República o Ricardo Salinas Pliego cuando logra controlar los vericuetos del proceso legislativo como lo hizo en el tema de los corresponsales bancarios.
“La Secretaría de Comunicaciones y Transportes o Unefon, la Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir las obligaciones de transparencia que la Ley les exige, la Secretaría de Educación Pública o Elba Esther Gordillo, la Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim, Pemex o Carlos Romero Deschamps. Ustedes o una serie de intereses que no logran contener”, espetó la escritora.
Aseguró que el “capitalismo de cuates” que opera en México impide que exista un modelo de crecimiento económico más nivelado.
“México está atrapado en una red intrincada de privilegios y vetos empresariales y acciones dominantes que inhiben un modelo más nivelado de juego. Una red que opera en base de favores y concesiones y protección regulatoria que el Gobierno ofrece y que la cúpula empresarial de este País exige para invertir”, sostuvo.
Al término de su discurso los presentes se pusieron de pie ovacionando a la escritora con otro aplauso.
vía Reforma.com